sábado, 30 de mayo de 2009

Parte B: Sofía Elface Fumo, una víctima más de las minas antipersonas


Sofía Elface Fumo habitaba en Mozambique, y un día… cuando aún era una niña… perdió sus piernas y sus pies, pues pisó una mina antipersona… Observen en la foto (arriba en febrero 1997) las piernas artificiales que utiliza así como los muñones a los que quedaron reducidas sus extremidades inferiores… El caso de esta mozambiqueña forma parte de lo que los militares de carrera y los comandantes de fuerzas irregulares suelen llamar efectos colaterales indeseados de un conflicto bélico… ¿Ello servirá de consuelo a Sofía?…

A pesar de que la tragedia llegó inesperadamente a la vida de Sofía, en cierto modo ella nos da a todos nosotros una verdadera lección de vida, pues superando la adversidad ella intentó seguir adelante, y de alguna manera intentó ser feliz… Observen a Sofía en las otras fotos con su hijo Leonaldo y su hija Alia (instantáneas de febrero 2002 y de marzo 2007 respectivamente)…

Estas tres fotos fueron tomadas por el fotógrafo Gervasio Sánchez, y hay una cuarta foto también tomada por el mismo profesional del periodismo gráfico, y que muestra a Sofía descansando junto a su pequeña hija Alia… Esa otra foto es presentada en la parte A de esta serie, y por su calidad técnica así como por el efecto denuncia que con ella se logra, esa instantánea fue galardonada en el 2008 con el Premio “Ortega y Gasset” en la categoría “Fotografía”, distinción otorgada año a año por el prestigioso periódico “El País” de Madrid…

Sofía Elface Fumo nació en Mozambique un 4 de marzo de 1982, y tenía solamente once años cuando tuvo la desgracia de pisar una mina un sábado de noviembre de 1993, hacia las cinco de la tarde… Su hermana María estaba con ella y también resultó herida, pues varias esquirlas le alcanzaron el estómago… Ambas niñas fueron atendidas en el Hospital de Maputo por un equipo de cirujanos españoles, y Sofía logró sobrevivir, no así su hermana quien finalmente murió un mes y medio después del accidente víctima de una infección múltiple…

Sofía vive actualmente con su madre y sus dos hijos en Masaka, a 42 kilómetros de la capital del país, y sobrevive del laboreo de una pequeña parcela agrícola así como de una ayuda financiera que regularmente le envía un ciudadano sueco…

Otro golpe terrible que sacudió a Sofía fue el fallecimiento por enfermedad de su otra hermana Anita, ocurrida el 4 de marzo de 1998 precisamente cuando la niña cumplía sus 16 años de vida...

En julio de 1999 Sofía tuvo su primer hijo, Leonaldo, pero como era previsible el padre de ese infante abandonó a la pobre adolescente poco después de dejarla embarazada…

Una de las cosas tal vez más indignantes de toda esta penosa historia, es que Sofía se encontró con esa mina antipersona que le arruinó la vida, en un lugar donde ella y sus hermanas solían ir a recoger leña… Entonces la guerra ya había concluido, y a pesar de que se sabía que allí existía un corredor minado, el mismo no había sido desactivado con la intención de proteger la retaguardia de un campamento de ingenieros italianos… Varias organizaciones humanitarias ya habían protestado por esta situación, pero lamentablemente se hizo caso omiso a sus reclamos para que la zona fuera limpiada…

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